Cuando hablamos de controlar el azúcar en sangre, solemos pensar automáticamente en hidratos de carbono, azúcar añadido o dulces. Sin embargo, las grasas que elegimos también juegan un papel importante en cómo responde nuestro organismo después de las comidas.
Dentro de la dieta mediterránea, el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es la grasa protagonista. Y no solo por su sabor: su perfil nutricional lo convierte en un aliado interesante para ayudar a mantener niveles de glucosa más estables a lo largo del día.
En este artículo te explicamos por qué el AOVE es una buena opción cuando hablamos de azúcar en sangre y cómo utilizarlo en tu día a día para aprovechar sus beneficios dentro de una alimentación equilibrada.
1. El AOVE no eleva la glucosa… pero sí influye en cómo la manejas
Lo primero es aclararlo:
- El aceite de oliva virgen extra no contiene carbohidratos ni azúcar, por lo que no eleva directamente la glucosa en sangre.
- Su impacto está en cómo el cuerpo procesa los hidratos de carbono que acompañan a ese aceite en la comida: pan, pasta, arroz, patata, fruta, etc.
Cuando una comida combina hidratos de carbono de calidad (integrales, legumbres, verdura) con grasas saludables como el AOVE, la digestión suele ser más lenta y progresiva. Eso se traduce en:
- Subidas de azúcar menos bruscas.
- Mayor sensación de saciedad.
- Menos picos de energía seguidos de bajones.
No es magia, es fisiología bien aprovechada.
2. El papel del ácido oleico y las grasas monoinsaturadas
El AOVE es especialmente rico en ácido oleico, una grasa monoinsaturada asociada con una mejor salud metabólica cuando sustituye a grasas saturadas o trans en la dieta.
Diversos estudios han observado que las dietas ricas en grasas monoinsaturadas, como las presentes en el aceite de oliva virgen extra, se relacionan con:
- Mejor sensibilidad a la insulina: las células responden mejor a esta hormona y necesitan menos cantidad para introducir la glucosa en su interior.
- Menos picos de glucosa después de comer, especialmente cuando el AOVE sustituye a mantequillas, margarinas o aceites refinados.
- Mejor perfil lipídico (colesterol y triglicéridos), que también es clave en personas con resistencia a la insulina o diabetes.
En resumen: elegir AOVE como grasa principal ayuda a que el metabolismo del azúcar y de las grasas funcione de forma más eficiente dentro de un estilo de vida saludable.
3. Polifenoles y control de la inflamación
Otro aspecto interesante del AOVE, sobre todo en aceites de alta calidad y extracción en frío como los de Aceites Cemar, es su contenido en polifenoles: compuestos antioxidantes naturales que no están presentes en aceites refinados.
¿Por qué importan cuando hablamos de azúcar?
- La inflamación crónica de bajo grado se asocia con resistencia a la insulina y peor control glucémico.
- Los polifenoles del AOVE (como el hidroxitirosol o el oleocantal) contribuyen a reducir el estrés oxidativo y la inflamación, ayudando a mejorar el entorno metabólico general.
- Un organismo menos inflamado suele responder mejor a la insulina y maneja la glucosa con más eficacia.
No se trata de que el aceite “cure” nada, sino de que aporta un contexto más favorable para la salud metabólica cuando se incluye dentro de una dieta equilibrada.
4. Cómo usar el AOVE para favorecer niveles de azúcar más estables
No hace falta hacer cambios drásticos; pequeños gestos marcan la diferencia cuando se mantienen en el tiempo. Algunas ideas prácticas:
a) Acompaña los hidratos de carbono con AOVE y fibra
En lugar de tomar pan blanco con mermelada, por ejemplo:
- Elige pan integral o de masa madre, añade AOVE, algo de proteína (queso fresco, hummus, huevo) y verdura o fruta.
- Con la pasta, opta por pasta integral con verduras salteadas en AOVE y una proteína ligera (pescado, legumbres, pollo).
La combinación fibra + proteína + AOVE hace que la absorción de la glucosa sea más gradual.
b) Sustituye otras grasas menos interesantes
- Cambia mantequilla o margarina de las tostadas por aceite de oliva virgen extra.
- Evita frituras con aceites refinados y utiliza AOVE para saltear, asar o cocinar a fuego medio.
No se trata de añadir más grasa, sino de cambiar la calidad de la grasa que ya consumes.
c) Prioriza el AOVE en crudo
Aliñar con AOVE:
- Ensaladas de legumbres.
- Verduras hervidas o al vapor.
- Cremas de verduras.
Además de mejorar el sabor, aportas saciedad y ayudas a que el índice glucémico del conjunto sea más moderado.
5. Cantidad y sentido común
Aunque el AOVE sea una grasa saludable, no deja de ser un alimento muy energético. El equilibrio sigue siendo importante, sobre todo en personas con diabetes, resistencia a la insulina o que necesiten controlar el peso.
Algunas recomendaciones generales (no sustituyen el consejo profesional):
- Usarlo a diario como principal grasa de cocinado y aliño, pero evitando excesos.
- Combinarlo siempre con una alimentación basada en verduras, frutas enteras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y proteínas de calidad.
- Consultar con un profesional sanitario en caso de patologías concretas o tratamientos específicos.
6. El valor de elegir un buen AOVE
No todos los aceites son iguales. Un aceite de oliva virgen extra de calidad, como los de Aceites Cemar, garantiza:
- Mayor contenido en polifenoles.
- Mejor perfil aromático (más frutado, amargo y picante, señales de riqueza antioxidante).
- Elaboración cuidada desde el campo hasta la botella.
Si buscas cuidar tu metabolismo y disfrutar del auténtico sabor mediterráneo, merece la pena apostar por un aceite bien elaborado y bien conservado.
Conclusión
El aceite de oliva virgen extra no es solo un condimento: es una herramienta nutricional muy valiosa dentro de un estilo de vida saludable.
Elegir AOVE como grasa principal, en el marco de una dieta rica en alimentos frescos y poco procesados, puede ayudar a mantener niveles de azúcar en sangre más estables, mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la inflamación que acompaña a muchos problemas metabólicos actuales.
Cada vez que aliñas un plato con Aceites Cemar, no solo estás sumando sabor; también estás cuidando, poco a poco, tu salud desde dentro.

